Su nombre es Solitario George, vive en las islas Galápagos y es la última tortuga de la especie Geochelone agbindoni, la última tortuga gigante terrestre del mundo. Solitario George cuenta casi 130 años de edad y por esa razón, los biólogos que la cuidan están intentando que traiga descendencia, uniéndolo con varias tortugas de la especie Geochelone becki, las más parecidas a él.
Al parecer, una de estas tortugas, que conviven con Solitario George en el Parque Nacional Galápagos desde 1993, ha puesto cinco huevos recientemente. Los científicos los han pesado y medido, y aseguran que los huevos están en perfecto estado. Los mantienen en incubadoras artificiales a una temperatura de 29,5º centígrados, con el propósito de obtener tortugas hembras.
También los mantienen a buen recaudo para prevenir que pueda volver a suceder como la última ocasión, el año pasado; cuando Solitario George sorprendió a todos los investigadores, después de 36 años de cautiverio sin mostrar interés alguno en las tortugas del sexo opuesto, entablando un fructífero romance que desgraciadamente, resultó en huevos estériles.
Los científicos todavía tendrán que esperar un período aproximado de cuatro meses para conocer si los huevos de la novia de Solitario George, traerán descendencia. Solitario George proviene de la Isla Pinta, al noroeste de las Galápagos, y con aproximadamente 60 km. cuadrados de superficie.
Aunque se trata de un Parque protegido y Patrimonio Natural de la Humanidad desde 1978, las Islas Galápagos, la población de tortugas en estas islas está prácticamente extinta debido a la introducción de las cabras, y la caza de ballenas en la zona está destruyendo poco a poco, su ecosistema.
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